En la entrada anterior, me he adelantado. El viernes por la mañana se encontraron estas chicas unas mesas y sillas abandonadas y sin utilidad junto a un gran ventanal en el hall del hotel. Ella, siempre ayudando a los demás, decidieron que había que darles vida a ese rinconcito y sacaron su arsenal de abalorios, agujas, telas, etc y se pusieron a trabajar. Les detuvo el hambre, como a casi todos y por la tarde noche, tras un paseito y una merendola de disfrute, encontraron otro huequito donde seguir con sus labores de investigación.
No hay comentarios:
Publicar un comentario